Los catéteres venosos centrales están indicados para los pacientes que requieren terapia a corto o a largo plazo para la administración de nutrición parenteral, medicación, infusiones o transfusiones. Las complicaciones más comunes incluyen perforación arterial por mala colocación, infecciones, entre otros, que provocan serios problemas en la salud. La mitología fue la revisión bibliográfica descriptiva de artículos científicos, los trabajos revisados fueron publicados entre los años 2019–2024; se encontraron en la búsqueda inicial un total de 643, excluyendo 593, finalmente seleccionando 50 artículos que cumplieron con las pautas de inclusión y aquellos que dieron respuesta a las preguntas de investigación. Los resultados dieron el uso del CVC es en un 46% usado para procedimientos de diálisis y el 23% cuando existe algún problema durante la cateterización de una vena periférica, los inconvenientes por el uso de este dispositivo son: bacteriemia, sangrado, embolismo, neumotórax, hemotórax, malposición, trombosis venosa y migración del catéter, entre las características que aumentan el riesgo está el nivel de experticia del personal de salud tanto en su colocación como en su mantenimiento, factores propios del dispositivo y factores relacionados con el paciente; para evitar complicaciones se deberá cumplir con técnicas asépticas y usar medios complementarios como la ecografía guiada para verificar su correcta inserción. Para concluir el rol de enfermería en el mantenimiento del dispositivo debe ser metódico y aséptico; con el desarrollo de habilidades y destrezas para un correcto empleo en la administración de medicaciones, fluidoterapia, nutrición parenteral o toma de muestras y su correcta desinfección al terminar los procedimientos.