La formación de especialistas en música vocal promueve el desarrollo de habilidades fonéticas para el canto. Sin embargo, observamos que colocar el estudio de la pronunciación únicamente al servicio de problemas técnicos desalienta la exploración de sus potencialidades expresivas, lo que es favorecido por la disociación tradicional técnica/expresión y la dificultad de cuantificar la emoción. Asimismo, los estudios sobre dicción para el canto se centran en lenguas predominantes en la música académica (como italiano, alemán y francés). En consecuencia, la exploración de los usos expresivos de la pronunciación del español en el canto constituye un área de vacancia y un desconocimiento de su valor cultural e identitario. Bajo la hipótesis de que la pronunciación es empleada como variable expresiva en el canto, se propuso estudiar los usos expresivos de la articulación consonántica en la ejecución de música en español. Para ello, se describieron variables en la articulación de las consonantes /s/, /b/, /d/, /ɡ/, /ʒ/, /r̄/, /l/, /m/ y /n/ en 5 versiones representativas de “La Tempranera” de Carlos Guastavino interpretadas por cantantes hispanohablantes. Las tareas de segmentación, etiquetado, procesamiento y análisis de las señales fueron realizadas mediante Praat. Las variaciones en la articulación consonántica sugieren una correspondencia entre la pronunciación y la intencionalidad expresiva, que parece contribuir con una mejor declamación del contenido semántico y la conformación de “estilos de pronunciación” impulsados por razones idiosincrásicas y requisitos performáticos.