“…Los tumores testiculares son raros, representando sólo el 1 % de todos los tumores malignos en varones jóvenes, entre los 20 a 35 años, representando el 1 a 2 % de todas las neoplasias en el sexo masculino (1)(2) . Son más frecuentes en la raza blanca (3) , actualmente la mortalidad de los pacientes con cáncer testicular es muy baja, alrededor de 1 en 5000 convirtiéndose así en uno de las neoplasias más curables entre las neoplasias solidas debido a los avances terapéuticos notables (4) . El diagnóstico se establece por las manifestaciones clínicas, el examen físico, los marcadores tumorales como: (alfa-feto proteína -a-FP, deshidrogenasa láctica -DHL, gonadotropina coriónica humana -b-GCH) y el ultrasonido testicular, para la estatificación clínica y el seguimiento es indispensable la tomografía abdomino pélvica y la telerradiografía de tórax (5) (Figura 1).…”