Se presenta el caso de un paciente de 41 años de edad, natural de Cali y procedente de Guadalajara de Buga, que presentaba gran cantidad de lesiones ulceradas recubiertas por costras hemorrágicas seropurulentas y fétidas, que comprometían los miembros inferiores, y lesiones necróticas, purpúricas y de diferentes diámetros, en la piel del resto del cuerpo. Era fumador crónico y consumidor habitual de cocaína, motivo por el cual se hospitalizó con el diagnóstico de úlceras crónicas sobreinfectadas y posible vasculitis por consumo de cocaína.