Para la década de 1990 el paradigma del archivo vinculó los problemas de la serialidad y lo cotidiano con la memoria y el arte empezó a relacionarse con las construcciones sobre el pasado. Un arte que emerge en contra de la amnesia, el olvido y la creciente despolitización de la sociedad, lo que implica que ante estas obras los espectadores se muevan críticamente, se apropien de las construcciones plásticas sobre lo que nos ha sucedido y cuestionen la historia tradicional. En esta lógica se encuentran algunos de los trabajos de Jorge Marín, de la que se destaca su serie Sobre héroes y monumentos (2019), en la que el artista, por hacer uso de la memoria visual nacional, cuestiona y actualiza la imagen de los próceres y subvierte la visión decimonónica y hegemónica de nuestro pasado. El objetivo de este texto es brindar herramientas para entender cómo, desde el arte, se pone en entredicho la epopeya libertadora como mito fundacional del Estado-Nación actual a través de la perturbación del patrimonio iconográfico colombiano. Lo relevante de este caso es que Marín crea significado cuando acude al uso del archivo con el fin de manipular y simular las imágenes sobre la historia nacional y, por eso, se hace necesaria una reflexión que parta de la teoría y la filosofía de la historia, con autores como Danto y Marchán Fiz, para construir ideas significativas en torno al arte que usa el paradigma del archivo (Guasch) y se posiciona como apuesta política y crítica (Vilar, Rancière, Mouffe).