Introducción: en la actualidad, se reconocen cuadros vestibulares periféricos y centrales que pueden ser diagnosticados mediante la videonistagmografía (VNG). Los avances en la tecnología han provocado en los profesionales una constante actualización en el uso e interpretación de las distintas pruebas que conlleven, en su lectura cruzada, un diagnóstico acertado y a tratamientos de rehabilitación exitosos. El objetivo fue describir las interpretaciones de los resultados de las pruebas oculomotoras, posicionales y calóricas de la VNG para lograr un diagnóstico detallado de las disfunciones vestibulares. Materiales y métodos: revisión documental obtenida de 40 fuentes reportadas en la literatura científica entre 2010 a 2020 tomadas de bases de datos, tesis de grado y libros. Discusión: dentro de la revisión se encontraron tres categorías (pruebas oculomotoras, posicionales y calóricas) y siete subcategorías (nistagmo espontáneo, nistagmo evocado por la mirada, rastreo, sacadas, optocinético, Dix-Hallpike y roll test). Conclusión: los diversos elementos encontrados en la presente revisión son relevantes ya que precisan no solo el tipo de vértigo, sino también su localización topográfica, lo que favorece el proceso de evaluación[1]diagnóstico en la población en general.