“…En cambio, sí que ha afectado a su bienestar emocional y psicológico, pues se vive como una forma de exclusión o de rechazo por ser diferentes de la mayoría. En este sentido, se ha observado como las diferentes formas de violencia y discriminación en la escuela conllevan la ocultación de la orientación sexual con el consiguiente aumento de la angustia psicológica, así las vivencias negativas se agravan ante el silencio del profesorado, especialmente pasivo frente a las agresiones verbales homofóbicas, y su falta de formación para manejar, en general, las situaciones derivadas de este tipo acoso (Abreu y Kenny, 2018;Meyer, 2008;Quirino, 2021). Además, las adolescentes lesbianas son especialmente vulnerables a distintas formas de acoso sexual por parte de sus compañeros (Pichardo et al, 2015).…”