La epidemia causada por el Covid-19 ha alterado y redefinido la capacidad de los sistemas de salud a nivel mundial, al mismo tiempo que ha presentado un reto para los bioeticistas, que deben enfocarse en cuestiones como el proceso ético de desarrollo de las vacunas, y las estrategias que deben seguirse para garantizar una distribución justa y equitativa de ellas. Se analiza la estrategia de las pruebas de exposición directa al virus como un posible camino para acelerar la disponibilidad de las vacunas contra el Covid-19, y sus implicaciones éticas. También se exhibe la problemática global que se tendrá que enfrentar para asegurar una vacuna universal y accesible a todos, y algunas estrategias de distribución de las vacunas a nivel local, que aseguren un proceso ético y justo para todos los miembros de la sociedad. Se presentan diferentes posturas éticas en referencia a ambos problemas, exponiendo distintos argumentos y soluciones a los dilemas éticos planteados.