“…Buena parte de estos efectos se vinculan a la naturaleza de la planificación turística, la que actúa relevando sólo ciertas áreas susceptibles de ser visitadas por los turistas (Aragón 2013;Antón 1998). En el caso del turismo urbano, este proceso lleva a la emergencia de fenómenos sociales suscitados en el seno de la planificación urbana, como la segregación socio-espacial (Zunino, Hidalgo y Marquardt 2011;Enríquez 2010;Díaz y Lourés 2010;Pérez 2010;Ibarra 2007;Díaz 2004). Como se verá en el presente trabajo, esta dinámica puede comprenderse mediante la observación de modelos de desarrollo territorial turístico que, no obstante la exclusiva y cuidadosa selección de elementos de interés para el visitante, obtenida como resultado de criterios estrictamente 'turísticos' que optan por excluir la precariedad característica de la población segregada, en sus programas, (fundamentados sobre la semántica del 'desarrollo'), incluyen discursivamente a los segmentos sociales segregados, muchas veces como agentes clave en el funcionamiento del turismo local o bien como depositarios de las bonanzas económicas forjadas con los atractivos.…”