El artículo propone explorar prácticas y experiencias de lectura de literatura de mujeres de sectores populares a partir de biografías de lectura. Los discursos de las lectoras coinciden en describir el acto de lectura a través del modelo del encantamiento, sin embargo, el modo de encantamiento descripto dialoga de manera crítica con las formulaciones referentes del campo: la “mala lectura” (Catelli, 1995; Batticuore, 2017), el “escape” (Radway, 1991) y las disposiciones ético prácticas (Bourdieu,2003; Lahire, 1993, 2004). Primero, el encantamiento no es pasivo, sino que implica la posibilidad de experimentar sensaciones y emociones. Los análisis feministas en torno a las respuestas afectivas a los textos (Radway, 2000; Pearce, 1997; Littau 2008 y Holmes, 2021) contribuyeron al análisis de este aspecto. Segundo, existe una búsqueda activa del estado a través de una serie de características de los textos susceptibles de habilitarlo que abordamos a partir de las herramientas de la “sociología del apego” (Hennion, 2012; Benzecry, 2012). Tercero, el estado de encantamiento, en tanto práctica con significación social, se presenta como un espacio de trabajo de la ipseidad, es decir, de la singularidad individual, a partir del conflicto o diferenciación con los roles definidos por las relaciones sociales (Dubet, 2010).