ResumenEste artículo se centra en el concepto de explotación, tal como ha sido usado por gran parte de la literatura no-marxista, es decir, como un concepto cuyo objeto son las transacciones particulares antes que estructuras. En este trabajo se exponen y evalúan las distintas conceptualizaciones de la explotación que ha ofrecido la literatura, teniendo como principal caso de contraste el trabajo en sweatshops. Se sostiene que pese a ofrecer condiciones competitivas, el trabajo en sweatshops es explotativo porque las empresas se desentienden de las necesidades insatisfechas de los trabajadores, pudiendo mejorarlas sin detrimento para su supervivencia. Este deber de mejorar las condiciones de los trabadores se funda en la existencia de deberes de justicia distributiva, deberes que, sin embargo, no tenemos respecto a todos los casos. Se sostiene que solo una conceptualización pluralista de la explotación, que ofrezca distintos estándares dependiendo del tipo de caso que se trate, da sentido a nuestras intuiciones y a la vez es coherente con nuestras instituciones. Palabras clave: explotación, aprovechamiento injusto, sweatshops, mercado competitivo, necesidades insatisfechas.