Históricamente, los Estados para lograr poder, territorio, recursos económicos y materiales, han usado los conflictos armados con la finalidad de obtener beneficios; con el paso de los años y tras las atrocidades cometidas en cada uno de ellos, se ha buscado la prohibición e inhibición de guerras como un medio de solución a controversias en relaciones internacionales. Es así que, desde la Carta de las Naciones Unidas, se declaró ilícito el recurrir a la amenaza o uso de la fuerza contra otros países como un medio de resolución de discusiones privadas. Sin embargo, para establecer esta proscripción se tuvieron que crear instrumentos a través de la voluntad de los Estados para humanizar la guerra; dando paso a los Convenios de Ginebra y Protocolos adicionales. Desde la óptica humanista del combate, era necesario disponer de normas que limitaran y disminuyeran los efectos de enfrentamientos armados sobre personas y bienes; además de proteger a grupos vulnerables, de eso se encargó el Derecho Humanitario. Por lo que respecta a esta investigación, se busca establecer y especificar las normas, fuentes y principios que forman parte del Derecho Humanitario, mismas que establecen las reglas en los combates.