“…Es un elemento, que bien de manera natural o bien utilizado por el hombre, ha modelado la mayoría de las áreas forestales del planeta (Neary at al., 2005;Martínez-Murillo et al, 2016). Como elemento natural, ha contribuido a la selección de especies, a la composición de las formaciones vegetales y a su estabilidad (González-Pelayo et al, 2015 ;Fonseca et al, 2017). Sin embargo, los efectos destructores o renovadores del fuego son variados y dependientes de algunos factores como son: (i) aquellos inherentes al incendio (frecuencia, intensidad, severidad, tamaño, forma del incendio y época) y; (ii) aquellos relativos a las condiciones físicas y de vegetación del área afectada (clima, geomorfología, topografía, suelo, composición florística y fenología) (Certini, 2005;Alcañiz et al, 2016).…”