“…Se ha demostrado cómo la violencia obstétrica aparece relacionada con condicionantes de género, la clase socioeconómica, el origen étnico, el idioma hablado (mejor dicho, no hablado), la orientación sexual, las creencias religiosas, etc. (Dinusha-Perera et al, 2018;Leal et al, 2017), hasta el punto de que se puede hablar de descolonizar el parto (Decolonizing the USVI, 2015). La asunción de las diversidades culturales en el itinerario asistencial sigue siendo un punto débil en el sistema de salud (Brigidi, 2009) y esto resulta evidente no solo en la literatura científica, sino en los foros digitales donde tanto pacientes como profesionales relatan casos vividos y observados de xenofobia y prejuicios culturales.…”