“…En segunda instancia, a nivel social el DFI enfrenta a las personas a condiciones de hacinamiento, alteración en la estructura y el tamaño de los hogares, desintegración familiar, aumento de la violencia intrafamiliar y con la pareja; dificultades en la crianza, pérdida de redes sociales, estigmatización y exclusión social; e incluso, cambio en los roles de género, puesto que en los lugares de asentamiento las mujeres tienden a asumir papeles como proveedoras y protectoras del hogar (Aysa-Lastra, 2011;Carrillo, 2010;Guevara Fletcher, 2011;Hayes-Conroy & Sweet, 2014;Hérnandez Bello & Gutiérrez, 2008;Machado-Duque & Calderón-Flórez, 2014;Mogollón Pérez & Vázquez Navarrete, 2006).…”