“…Diversos autores han analizado la aceptación de los insectos como alimento en países desarrollados como Bélgica (Caparros Megido et al, 2014;Schouteten et al, 2016;Vanhonacker et al, 2013;Verbeke, 2015), Dinamarca (Verneau et al, 2016), Alemania (Hartmann et al, 2015), Italia (Lombardi et al, 2018;Sidali et al, House, 2016;Schosler et al, 2012;Tan et al, 2016), Suiza (Gmuer et al, 2016), Estados Unidos (Ruby et al, 2015), Canadá (Looy y Wood, 2006), Australia (Yen, 2009) o China (Hartmann et al, 2015). Sin embargo, poco se ha investigado sobre la aceptación de los insectos como alimento en los países en desarrollo a pesar que algunos autores han señalado que podrían ser una fuente de nutrientes (Yen, 2009) en estos países para cubrir las necesidades alimentarias que padecen (Caparros Megido et al, 2014;Testa et al, 2017).…”