El feedback o retroalimentación es un proceso que ha sido ampliamente estudiado ya que genera un impacto incomparable en el aprendizaje. En educación en ciencias de la salud, el feedback ha sido reconocido como una estrategia fundamental en el aprendizaje clínico. Más que la entrega de información acerca del desempeño de un estudiante, el feedback constituye un proceso del estudiante, una interacción basada en relaciones, emociones y reflexiones complejas. Lo anterior se vuelve especialmente importante en el contexto clínico, donde los estudiantes se enfrentan a un ambiente desafiante y a una cultura única, en que deben trabajar para desarrollar y demostrar competencias clínicas, integrando conocimientos, habilidades y actitudes. La exposición sistemática de oportunidades de aprendizaje se hace difícil en un contexto clínico impredecible, por lo que la incorporación de feedback de calidad, alineado con el proceso instruccional se vuelve fundamental durante la formación clínica de profesionales de la salud. El siguiente artículo tiene como propósito describir los conceptos que subyacen a una nueva reconceptualización del feedback en educación en ciencias de la salud, haciendo énfasis en las dimensiones especiales del aprendizaje clínico.