“…Al mismo tiempo, parecen limitados los marcos dicotómicos que conciben la adscripción al feminismo o bien el rechazo del mismo, ya que los acercamientos a este movimiento pueden ser heterogéneos, en algunos casos ejercitando la crítica a la feminidad normativa sin asumir una identidad feminista y en otros identificándose solo con algunas demandas y exigencias que interpelan las condiciones de sexualidad y género. Es así que las formas de participación y las acciones son diversas, en coincidencia con lo documentado en distintos estudios de la región sobre participación política juvenil: el uso de lenguajes no convencionales, con utilización de redes sociales, y la co-existencia de formas asociativas tradicionalescomo la vinculación a partidos políticos o agremiaciones estudiantiles-con la articulación eventual de actores en función de la identificación común con un tema (Alvarado & Vommaro, 2010;Lopes de Oliveira & Almeida Camilo, 2014;Ortiz-Ruiz, 2016).…”