“…El mundo del trabajo también ha sido trastocado por el neoliberalismo autoritario, pues se han experimentado modificaciones en los marcos constitucionales laborales para apuntalar los márgenes de acumulación para las empresas. Estas expresiones, de acuerdo con Lawreniuk (2022), tienen como objetivo de fragmentar, despolitizar, dividir y reducir al movimiento, y en ese sentido, consolidar la flexibilización y precarización como parte de esta nueva cultura laboral para debilitar el otrora movimiento obrero. En concordancia con Clua-Losada y Ribera-Almandoz (2017), en esa búsqueda de austeridad y disciplina fiscal, el neoliberalismo autoritario, busca debilitar las formas colectivas de organización en estos últimos 42 años, con la consolidación de mecanismos de precarización y el outsourcing, haciendo imposible que los trabajadores puedan sustraerse de la línea de la pobreza, por lo que presenciamos una importante crisis de la clase obrera, donde no solo se pierden conquistas sindicales, sino que ideológicamente, los medios de comunicación masiva impulsan narrativas y discursos que idealizan el emprendedurismo como forma de vida, lo que para Chacko (2023), refuerza las formas individualizadas del trabajo, basadas en la competencia que fomenta la sobre explotación a base del precariato que está presente tanto en el norte como el sur global.…”