“…México es el país donde la geomorfometría ha sido más aplicada en las últimas décadas con una importante producción de tesis de grado, proyectos de investigación y un valioso número de metodologías para determinar áreas susceptibles a procesos de remoción en masa, expuestas en múltiples artículos científicos (Flores y Alcántara, 2002;Borja y Alcánta-ra, 2004;Lugo et al, 2005;Aceves et al, 2006;Borja y Alcántara, 2010;Flores y Alcántara, 2012;Muñiz-Jaúregui y Hernández-Madrigal, 2012;Valerio et al, 2012;Aceves et al, 2014;Galindo y Alcántara, 2014;Legorreta y Lugo, 2014). Otros estudios similares se han realizado en Argentina (Carignano et al, 2014), en Brasil (Marques et al, 2008;Dos Santos et al, 2009), en Costa Rica (Suárez et al, 2009;Quesada-Román, 2016; Quesada-Román y Barrantes, 2017), en Perú (Villacorta et al, 2007), así como en Venezuela (Marcano y Cartaya, 2013;Mujica y Pacheco, 2013), no obstante, generalmente se limitan a la caracterización de la geología y su asociación con la incidencia de estos fenómenos en áreas específicas, sin resultar en una cartografía de áreas susceptibles a procesos de ladera como insumo para la planificación territorial.…”