La pandemia por Covid-19 es la primera crisis sanitaria mundial del siglo XXI y nos encontró desprevenidos pero no desamparados. La respuesta científica y tecnológica fue contundente en la búsqueda de vacunas que permitieran disminuir la mortalidad de la enfermedad. Es posible asegurar que marzo de 2020 estuvo marcado por el aislamiento social debido a la ignorancia sobre la gravedad y mortandad de la enfermedad que cobró millones de vidas. Pero una vez situados en enero de 2023, mirando en retrospectiva, observamos que las afectaciones fueron graves en distintos rubros: consecuencias de salud a largo plazo (conocido como long-Covid), salud mental, interacción familiar y social, hábitos de higiene e incluso surgieron los gurús de las noticias falsas. Cada uno de estos rubros han abonado a crear un escenario (casi) post pandemia que, si bien no es apocalíptico, ha traído consecuencias negativas en grande parte de la población que van de los productos milagro, el aislamiento social, la paranoia, la inflación y el desempleo. En esta ocasión, les presentamos las opiniones y el sentir de nuestros colegas especialistas así como comentarios de ustedes, nuestras amables quimiofilas y quimiofilos, que he recolectado a los largo de los últimos meses. Finalmente, este número no tiene pretensiones de abonar en situaciones que ya hemos escuchado y leído en distintos medios, tan solo pretendemos expresar la opinión y sentir de todos nosotros. Espero que logremos empatar con ustedes y sus vivencias.

Las vacunas son una de las herramientas con las que cuenta el ser humano para prevenir y erradicar enfermedades infecciosas. Sin embargo, históricamente han existido diversos movimientos sociales denominados “antivacunas” que representan un importante reto para la Salud Pública, debido a que generan incertidumbre entre la población sobre la seguridad y eficacia de estas. Por lo tanto, el hecho de crear conciencia en la población sobre la importancia de las vacunas como piedra angular en la prevención de enfermedades, facilita que las personas tomen decisiones sobre su propia salud, además de promover su activa participación en las actividades de vacunación.