La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en adultos mayores se caracteriza por su variabilidad clínica, distintos diagnósticos diferenciales y manejo terapéutico. El objetivo de la presente investigación es evaluar las características clínicas y manejo de los pacientes adultos mayores con EII. Se realizó un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo de enero del 2011 a diciembre del 2019 en pacientes con EII en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, Lima-Perú. Fueron evaluados 55 pacientes con EC y 107 con CU; 45,6% de pacientes con EII eran adultos mayores. De ellos, 28 tenían EC y 46 CU. Los adultos mayores con EC presentaron fenotipo inflamatorio y localización colónica predominantemente, mientras en CU, la colitis extensa e izquierda fueron las más frecuentes. Asimismo, los ancianos tuvieron menor puntaje CDAI (279,8 vs 323,2) y menor índice de Mayo (7,1 vs 9,2) con relación a los pacientes jóvenes, sin diferencias significativas. Respecto al tratamiento, se observó un menor uso de azatioprina (2 vs 8, p<0,03) y Anti-TNF (9 vs 18, p<0,01) en los adultos mayores con EC. La necesidad de cirugía y la frecuencia de complicaciones post quirúrgicas fueron similares entre ambos grupos. En conclusión, casi la mitad de los pacientes con EII son adultos mayores. La localización colónica fue la más frecuente en EC, y en CU la colitis extensa e izquierda. Observamos un menor uso de azatiopri a y terapia biológica en adultos mayores, sin diferencias significativas en el uso de corticoides y aminosalicilatos respecto a los jóvenes.
Se presentan dos pacientes con diarrea crónica, con múltiples estudios negativos, y que tenían en común la deficiencia de vitamina B12. Ambos pacientes tenían estudios repetitivos de parásitos en heces negativos. Sólo al realizarse colonoscopía en el primer caso y la cápsula endoscópica en el segundo, se pudo diagnosticar formas adultas de Diphyllobotrium spp. Luego del tratamiento antiparasitario, ambos pacientes remitieron completamente sus síntomas.
La injuria hepática inducida por fármacos (IHIF) puede ser desencadenado por varios medicamentos incluyendo fármacos anti tuberculosos. Presentamos el caso de una paciente mujer de 37 años con un frotis positivo para tuberculosis pulmonar quien inició tratamiento de primera línea y 4 semanas después, presentó ictericia, somnolencia y un exantema generalizado de tipo morbiliforme con deterioro neurológico progresivo y un desenlace fatal. Los fármacos anti tuberculosos pueden producir injuria inducida por fármacos en 2 a 28% de pacientes y síndrome de DRESS (reacción de sensibilidad a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos) en 1,2%. La falla hepática aguda (FHA) en pacientes con injuria hepática inducida por fármacos, puede presentarse en un 35% con una mortalidad del 9,7%. Si la FHA no responde a tratamiento médico, el trasplante hepático ha mostrado resultados positivos y evita la progresión de complicaciones. La IHIF puede ser una condición médica grave en pacientes que reciben medicamentos antituberculosos. Si se desencadena una FHA y no responde a tratamiento médico, debe considerarse con urgencia la posibilidad de trasplante hepático.
El acetaminofén es un fármaco ampliamente usado en el mundo y de fácil acceso por sus características antipiréticas, analgésicas, entre otras (1); sin embargo la exposición a dosis tóxicas produce daños a nivel orgánico e incluso la muerte. Presentamos el caso de una paciente mujer de 18 años que ingirió 40 gramos de acetaminofén y desarrolló injuria hepática severa, siendo tratada con terapia antidotal de N-acetilcisteína (NAC) según el esquema simplificado: Scottish and Newcastle Anti-Emetic Pretreatment Paracetamol Poisoning Study Regimen (SN ución de los perfiles hepáticos, trastorno de coagulación, INR y resolución del cuadro.
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