<p>Acompañando la expansión y los procesos de producción de suelo urbano que atravesó el Gran Buenos Aires durante la primera mitad del siglo XX, se destaca la labor de un grupo de “agrimensores del suburbio” que trabajaron en el contexto de un creciente mercado inmobiliario. Este artículo presenta las cartografías de Máximo Randrup (1880-1954), las mismas llaman la atención sobre el creciente mercado para una cartografía urbana mercantil, a la vez que disparan interrogantes acerca de qué y cómo muestran la expansión, en contraste con lo que despliegan las cartografías oficiales.</p><p>Las primeras aproximaciones en torno al tema dan cuenta de que se trata de imágenes que representan un territorio continuo y urbanizado, que suma trazados de loteos y proyectos que aún no se materializaban en esos años. Y que incluso, décadas más tarde, las nuevas cartografías no han permitido verificar. Lo que se aprecia es que algunos de estos barrios y proyectos dibujados, nunca llegaron a consolidarse en el territorio.</p>
Entre las décadas del diez y del cuarenta se asistió en el área metropolitana de Buenos Aires, Argentina, al crecimiento de un tipo particular de suburbio asociado a la residencia de verano o Rin de semana, destinada a los sectores altos y medios-altos de la sociedad. En torno a este espacio, el trabajo propone reRlexionar sobre los actores, particularmente aquellos vinculados a la producción arquitectónica, que contribuyeron a su formación. En líneas generales, se reconoce que la mayor parte de las imágenes que poblaron estos suburbios derivan de la aplicación vaga de cierto pintoresquismo en manos de diversos actores ligados al ámbito de la construcción-arquitectos, ingenieros y constructores.
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