El presente artículo tiene como objetivo, a partir de criterios teóricos del nacionalismo y el multilateralismo, analizar las construcciones discursivas (en perspectiva comparada) de los líderes de Estados Unidos, Brasil, Rusia y China en la 75ª sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en torno al brote epidémico de SARS-COV-2. Se parte del Análisis de Discurso, que aborda el lenguaje como elemento de persuasión y transmisión de preceptos ideológicos y mensajes, a través del cual se analizaron 1017 palabras del discurso de Donald Trump, 2055 de Xi Jinping, 1967 de Vladimir Putin y 2548 de Jair Bolsonaro en una matriz de codificación de acuerdo a los postulados de Bajtín (2011) (estilo, contenido temático y sub-temático) y Van Dijk (2005) (contexto, ideología, acción y poder). Los resultados demuestran que existe una división en dos bandos en el torno a la pandemia. Por un lado, Trump y Bolsonaro se escudan en un discurso populista para señalar a enemigos externos entorno a la situación sanitaria, por otro lado, Jinping y Putin insisten en la necesidad de cooperar y trabajar en conjunto para superar dicha situación. Sin embargo, al profundizar el análisis centrado en la autopercepción se evidencian grandes diferencias: Trump se presenta como defensor de la paz a través de la fuerza, invita a adoptar el nacionalismo y responsabiliza a China del alcance del virus; Jinping defiende el multilateralismo y el modelo de desarrollo pacífico de China, a la par que rechaza el unilateralismo; Bolsonaro se presenta como responsable de la seguridad alimentaria de 1/6 de la población mundial y aunque defiende el multilateralismo, pide que se respete su soberanía sobre la Amazonía brasileña; y Putin recalca la necesidad de nuevos enfoques de multilateralismo y cooperación para lograr nuevas formas de desarrollo e integración.

El presente artículo tiene como objetivo analizar los discursos realizados por Ecuador en el marco de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas durante el periodo 2007-2016, identificando las principales categorías discursivas propuestas por este país desde la perspectiva de contra-hegemonía. Se parte de la metodología mixta con énfasis en el enfoque cualitativo a través del método comparado y analítico. Para el análisis se construyó una matriz ad hoc que incluye las principales variables y categorías. Como principales resultados se identificó la preeminencia de temáticas políticas y sociales, alternancia de actor principal entre representantes del Ejecutivo (presidente, vicepresidente y Canciller) y delegados y representantes que siguen una misma línea discursiva crítica, la identificación de Estados Unidos, FMI, BM, CIADI como adversarios políticos y la predominancia del uso de las siguientes categorías: democracia representativa y Buen Vivir.