La dendrocronología es el estudio de los anillos de crecimiento en la madera de troncos, ramas y raíces, que permite la datación del periodo de vida del árbol o arbusto, y de los fenómenos naturales o antrópicos que afectaron al mismo durante su ciclo vital. Con ello se pueden datar y caracterizar procesos geodinámicos (internos y externos), formas del relieve y depósitos-formaciones superficiales del Cuaternario con los que se asocian los materiales leñosos. Incluso se han utilizado para el análisis y prevención de peligros naturales como movimientos de ladera, aludes de nieve, inundaciones, terremotos o erupciones volcánicas. Los estudios dendrocronológicos aplicados al Cuaternario se concentran sobre todo en Norteamérica y Europa; y dentro de nuestro país en el centro peninsular (Sistema Central y cuencas del Duero y Tajo) y en el Pirineo. La presencia de árboles y arbustos en ambientes de casi cualquier latitud y continente, la elevada resolución temporal de la técnica (precisión anual e incluso estacional), y su amplio rango de aplicación (desde unos pocos años a varios milenios), hacen de la dendrocronología una técnica de datación muy versátil y útil para los estudiosos del Cuaternario, tanto por sí sola como complementada con otras, como la datación radiocarbónica.
En el presente estudio se recopilan todos los restos de actividad minera histórica, de especial importancia patrimonial, localizados en el término municipal de El Espinar (sector suroccidental de la provincia de Segovia, Castilla y León). La minería en este municipio ha sido de especial importancia desde, al menos, época romana; pero no es hasta mediados del siglo XIX cuando alcanza su mayor apogeo. En el primer y tercer cuartos del siglo XX, se reactiva la actividad minera y se realizan labores de especial interés patrimonial. Tras el abandono definitivo de la actividad minera en la década de 1960, se ha producido la destrucción de gran parte este patrimonio por motivos diversos. Derivado de toda esta actividad, se han localizado, documentado y catalogado más de un centenar de restos, entre los que predominan las zanjas y escombreras (más de medio centenar de cada una); pero también pozos, edificios, lavaderos y hasta un molino de mineral. En la última década han aparecido posibles figuras de protección que deberían ser los canales para conseguir el inventario sistemático, protección y divulgación de este patrimonio histórico-minero.
Los nuevos paradigmas legales, científicos, técnicos y sociales exigen la adopción de esquemas de gestión integral y de planificación territorial en las zonas inundables, capaces de integrar las exigencias de la Directiva Marco del Agua (2000/60/CE), la Directiva de Inundaciones (2007/60/CE), y la Directiva Hábitats (92/43/CEE). Bajo este esquema conceptual, se ofrece una propuesta metodológica que tiene como objetivo el incremento de la resiliencia de las zonas urbanas y rurales ante el fenómeno de las inundaciones, de manera compatible con la mejora en el estado de las masas de agua y con el incremento de sus funciones y servicios ambientales. Esta propuesta se está desarrollando en la cuenca del Duero, más concretamente en el tramo del río Duero entre las localidades de Toro y Zamora. Para ello, se aplican metodologías novedosas que permiten un análisis fiable del riesgo basado en la caracterización de todos los procesos implicados, así como en la evaluación de la incertidumbre y su propagación. Para reducir la vulnerabilidad y mejorar la capacidad de adaptación, se proponen medidas de gestión basadas en la recuperación de la capacidad eco-geomorfológica de las llanuras de inundación para laminar las inundaciones, retener agua y sedimentos, y proporcionar múltiples servicios ambientales.
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