El propósito de este artículo fue realizar una revisión integradora de la literatura para entenderel juego compartido como manifestación cultural entre los niños, relacionando esta prácticacon las ganancias de significados y verificando el papel del adulto como mediador de estaacción. La interacción social con sus compañeros en la escuela o en el entorno familiar tiendea estimular diferentes habilidades en los niños, tanto a nivel cognitivo y socioafectivo, comocomunicativo. De esta manera, el adulto se convierte en mediador al promover formas paraque el niño se apropie de manera saludable de la cultura. Por tanto, a partir del presenteestudio se observó que el niño es un ser social y el juego favorece la creatividad del niño a lahora de formular situaciones imaginarias en el momento del juego.

El presente estudio tuvo como objetivo realizar una revisión integradora de laliteratura para comprender la interferencia de la escuela y la familia en eldesarrollo de la creatividad en la primera infancia. Por lo tanto, se concluye quelos primeros indicios para la construcción de la creatividad en la primera infanciaocurren a medida que la familia promueve la participación e interacción del niñoen las actividades cotidianas, como la preparación de alimentos y la organizacióndel hogar. La escuela, a su vez, brinda la oportunidad para el desarrollo de lacreatividad cuando el educador estimula un conjunto de características delalumno a través de la libertad de expresión y la originalidad, tales como lacreación de historias y la libre actuación artística, ya sea teatral, danza, escriturao jugar entre sus compañeros.