El artículo busca rescatar y reformular una forma de pensar problemas epistemológicos en economía, específicamente en torno al debate de la naturaleza del dinero. Se presentan las dos concepciones antagónicas sobre la naturaleza del dinero; la del dinero-mercancía y la del dinero-deuda. Después se presenta la propuesta ontológica de Tony Lawson que articula las dos concepciones: el dinero no es en sí mismo mercancía o deuda, sino que estas formas son posicionamientos sociales del dinero. Se recogen algunas críticas a esta propuesta. Por último, dentro del espíritu de corrientes como la fenomenología y el pragmatismo, se propone un antiesencialismo crítico. Se argumenta a favor del dinero como relación social, por los mundos que se abren y las consecuencias que se producen.
Este artículo pretende aportar a la conversación sobre los encuadramientos mentales y al debate reciente sobre epistemología en economía. Por otro lado, y a diferencia de propuestas como la de Tony Lawson, quien pretende mostrar que el punto central de las divergencias entre el análisis ortodoxo y heterodoxo en economía se debe al tipo de ontología que se asume, intentamos mostrar que un elemento central de esta divergencia se encuentra en los encuadramientos cognitivos con los que se discute. Se han escogido algunos casos teóricos y de análisis en los que sé que muestran como los “hechos” son descritos con relación a un marco cognitivo, lo que señala las diferencias en los puntos de partida al analizar la realidad. El objetivo está en entender que hablamos dentro de marcos cognitivos que nos condicionan y condicionan las discusiones que damos, y que generalmente terminan invisibilizando otras maneras de mirar, de plantear preguntas o de iniciar discusiones.
Este artículo pretende aportar a la conversación sobre los encuadramientos mentales y al debate reciente en epistemología de la economía. A diferencia de propuestas como la de Tony Lawson, quien pretende mostrar que el punto central de las divergencias entre el análisis ortodoxo y heterodoxo en economía se debe al tipo de ontología que se asume, intentamos mostrar que un elemento central de esta divergencia se encuentra en los encuadramientos cognitivos con los que se piensa y discute. Se han escogido algunos casos teóricos y de análisis en los que se muestran cómo los “hechos” son descritos con relación a un marco cognitivo, lo que señala las diferencias en los puntos de partida al analizar la realidad. El objetivo del artículo está en comprender que hablamos dentro de marcos cognitivos que nos condicionan y las discusiones que damos, y que generalmente terminan invisibilizando otras maneras de mirar, de plantear preguntas e iniciar conversaciones.
El pluralismo en las ciencias económicas ha sido objeto de múltiples debates epistemológicos y metodológicos en las últimas décadas. Este documento propone distinguir los “pluralismos” y hacer una crítica a dos tipos de pluralismo que han venido tomando fuerza, y que se pueden identificar con claridad en la obra del economista turco Dani Rodrik, quien además sirve de modelo paradigmático para explicar y criticar estos pluralismos. Se propone la denominación de “monismo pluralista” y “pluralismo pragmatista” para estos dos tipos de pluralismo presentes en la ciencia económica. Se argumenta que la discusión epistemológica y metodológica de estos pluralismos intenta disolver los grandes debates entre distintos métodos y enfoques a través de un entendimiento horizontal de la ciencia económica. Por último, se reflexiona sobre lo que se requiere para sentar las bases de un espíritu realmente pluralista en la disciplina, el cual debe ser resistente a presiones externas e internas y articular diferentes teorías y programas de investigación.
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