<p>Este artículo relaciona los aspectos bioéticos de la protección, la justicia como equidad y el principio<br />de responsabilidad con las cuestiones estratégicas de la política energética de América Latina. De dicha<br />relación surge una serie de lineamientos de apoyo a las decisiones del sector energético de la región. La<br />propuesta ética de la protección se relaciona con las cuestiones energéticas en la accesibilidad a servicios<br />energéticos modernos para superar las condiciones de pobreza energética y por acceso. La justicia como<br />equidad se relaciona con la fijación de esquemas tarifarios progresivos, la protección del capital natural<br />crítico y la explotación sostenible de los recursos energéticos. El principio de responsabilidad se relaciona<br />con las estrategias de eficiencia energética, las estrategias de moderación en el consumo de energía y la<br />reducción de la pobreza.</p>
<p>En la sociedad del riesgo adquieren prioridad los discursos bioéticos acerca de los peligros y las amenazas sobre el ambiente y el ser humano. Uno de ellos, lo constituye el «principio de precaución» que surge de la dinámica de cambio de una sociedad industrial a una sociedad del riesgo y se constituye en un elemento básico, para la toma de decisiones en conflictos éticos, por la conveniencia de reforzar la actitud prudencial y de cautela, especialmente en la solución de problemas ambientales.</p><p><br />El principio de precaución es un modelo que complementa el enfoque correctivo y preventivo, debido a que busca proteger a los seres humanos y su entorno natural de los riesgos impredecibles ocasionados por las actividades humanas, mediante su implementación en la producción de energía eléctrica.</p>
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.