BackgroundOverweight and obesity in children in Mexico was among the countries with the highest prevalence's in the world. Mexico currently has few innovative and comprehensive experiences to help curb the growth of this serious public health problem. Therefore, the aim of this study is to assess the effectiveness of a nutrition and physical activity strategy, called "Nutrition on the Go" ("nutrición en movimiento") in maintaining the BMI values of school children in the State of Mexico.MethodsA two-stage cluster trial was carried out. Sixty schools were selected in the State of Mexico, of which 30 were randomly assigned to the intervention group (IG) and 30 to the control group (CG). A total of 1020 fifth grade school children participated. The intervention strategy aimed to decrease the energy content of school breakfasts and include fruits and vegetables, as well as increase physical activity and the consumption of water during the time spent at school. The strategy was implemented over a 6-month period.ResultsThe estimated probability (EP) of obesity between baseline and the final stage for the IG decreased 1% (Initial EP = 11.8%, 95%CI 9.0, 15.2, final EP = 10.8, 95%CI 8.4, 13.) For the CG, the probability increased 0.9% (baseline EP = 10.6%; 95%CI 8.1, 13.7; final EP = 11.5, 95%CI 9.0, 14.6). The interaction between the intervention and the stage is the average odd time corrected treatment effect, which is statistically significant (p = 0.01) (OR = 0.68, 95%CI 0.52, 091).This represents the interaction between intervention and stage, which is highly significant (p = 0.01) (OR = 0.68; 95%CI 0.52, 091). In addition, girls had a protective effect on obesity (OR = 0.56; 95%CI 0.39, 0.80).ConclusionsThe intervention strategy is effective in maintaining the BMI of school children.
Objetivo. Explorar el efecto de la intervención “Nutrición en movimiento” en el sobrepeso y obesidad (SO+O) en escolares, de acuerdo con diferentes patrones. Material y métodos. Los grupos de patrones (GP) fueron determinados con base en alimentos disponibles en la escuela y variables de conocimientos, actividad física, nivel socioeconómico y autoeficacia a nivel individual, usando un enfoque ecológico. La clasificación en GP se construyó por conglomerados con el método de Ward. Resultados. La prevalencia de SO+O fue mayor en el GP 1 (mediana disponibilidad de alimentos e índice socioeconómico [ISE] alto), más baja en los GP 2 (alta disponibilidad de alimentos e ISE bajo) y 3 (baja disponibilidad de alimentos e ISE medio) (p
La modificación de comportamientos, como hacer un hábito el uso del tapabocas, el distanciamiento físico, el lavado de manos y el confinamiento, en una situación de pandemia (como la actual por COVID-19), puede constituirse en un reto para el individuo y la sociedad, así esto pueda representar una ganancia para la propia salud de las personas. Cuando el individuo no se percibe en riesgo frente a una condición de salud, ni identifican la gravedad de la misma, difícilmente generará cambios en sus comportamientos. Esto es más complejo cuando los comportamientos deben cambiar dependiendo los grupos de riesgo, como se requiere durante la pandemia de COVID-19. Tres acciones ayudarían en esta tarea: 1) las personas requieren estar informadas; 2) para que las personas sigan manteniendo su comportamiento deben ser reconocidas por los esfuerzos que hacen, y 3) los sujetos requieren ser motivados permanentemente a continuar con el cambio de comportamiento. Estas tres acciones evidencian que cambiar el comportamiento no solo compete al individuo, se dan en un contexto social, donde hay fuerzas económicas y políticas que favorecen o limitan estos cambios. Así, la responsabilidad para evitar la propagación del COVID-19 es una responsabilidad compartida.
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