La protección financiera de la población, con equidad, es un objetivo del sistema de salud. Sin embargo, numerosas personas enfermas incurren en gasto de bolsillo (GBS) para obtener atención, situación que es inequitativa. El objetivo de este artículo fue analizar la composición del GBS, su magnitud y distribución en la población general y pobre. Como metodología se analizó el módulo de salud de la Encuesta Permanente de Hogares del 2014. La población que incurrió en GBS fue el 75,1% de la población enferma, 75,8% para los no pobres, 73,3% para los pobres no extremos y 73,0% para los pobres extremos. El GBS promedio fue de 54,5 USD; 63,3 USD para los no pobres; 26,2 USD para los pobres no extremos y 30,4 USD para los pobres extremos. El 53% del GBS fue por pagos por medicamentos, 22,6% debido a estudios de diagnóstico, 18,7% por hospitalizaciones y 5,7% por consultas. La proporción de GBS por compra de medicamentos fue mayor entre los pobres: 72,3% para los pobres extremos y 68,6% para los pobres no extremos. Si bien el GBS se acumuló 87% entre los no pobres la relación de los precios promedios sobre el ingreso promedio fue más elevado entre los pobres: 95,8% para los pobres extremos, 40,7% para los pobres no extremos y 21,4% para los no pobres, pero los gastos por hospitalizaciones pueden superar el ingreso total. Los resultados señalan inequidad en el financiamiento del sistema de salud paraguayo. Palabras clave: gasto de bolsillo en salud, Paraguay, condición de pobreza.