Las creencias irracionales y pensamientos distorsionados referidos a los roles de género y al uso de la violencia contra la pareja, no es exclusivo de los agresores, sino que también pueden formar parte del conjunto de la sociedad. Es frecuente encontrar sesgos cognitivos y creencias irracionales en los varones específicamente referidos a la inferioridad de la mujer y los roles sexuales. Igualmente, algunos varones tienden a justificar y minimizar la violencia y a culpabilizar a las mujeres del maltrato. En este trabajo relacionamos las creencias sexistas y pensamientos distorsionados con la conducta agresiva y la autoestima. Haremos uso de la estructura factorial del cuestionario de Creencias y Pensamientos distorsionados contra la mujer en la pareja (CREE) cuya fiabilidad es de α .92. La muestra de voluntarios fueron 223 adultos de las Islas Canarias, 102 hombres y 121 mujeres (Medad=35.25; DT=10.46). Para controlar el efecto de posibles distorsiones de respuesta dada en los tests, nos hemos valido de las escalas de Deseabilidad Social y Sinceridad de la prueba ATRAMIC. Los varones obtienen mayor puntuación que las mujeres en los factores "Roles de género" y "Justificación y Minimización del maltrato/violencia". No se encontraron diferencias significativas por sexo en "Relación de pareja/dependencia emocional dominante", ni en "Exculpación del maltrato/violencia". Las variables estudiadas que mejor predicen la "Relación de pareja/Dependencia emocional dominante" son Exculpación del maltrato/violencia, Hostilidad, Justificación y Minimización de la violencia, Roles de género, y Deseabilidad Social.

El autoengaño es una necesidad básica e instintiva del ser humano, estamos predestinados a autoengañarnos. Entre los objetivos del autoengaño, está "sobrevivir mejor a nosotros mismos" (meta intrapersonal-equilibrio psicológico) para lograr "sobrevivir mejor a los demás" (meta interpersonal-social). Conseguimos autoengañarnos "pasando por una serie de fases o etapas con diferentes niveles de conciencia", y haciendo uso de determinadas estrategias cognitivas que actúan ante determinadas "necesidades emocionales". Destacamos el papel activo que tiene el autoengaño en "salvaguardar nuestro orden psíquico". Desde una perspectiva pragmática, hacemos hincapié en la capacidad que tenemos para "identificar y aceptar" que nos autoengañamos. Son escasas las investigaciones que analizan la relación entre autoengaño con la conducta de mentir en adolescentes. Aportamos una medida objetiva y operativa de este constructo compuesto por diferentes estrategias cognitivas (negación del autoengaño, autoengaño evitativo, reconocimiento del autoengaño, autoengaño beneficioso). Analizamos la relación entre el autoengaño con la conducta de mentir, la personalidad y la autoestima en 171 adolescentes de 14 a 18 años (M=16.29 años; DT=1.17). El adolescente que reconoce y acepta que miente, también admite que hace uso de estrategias para evitar la angustia y el malestar emocional. El autoengaño se relaciona con variables de personalidad de tipo emocional y cognitivo (e.g: miedo al rechazo y a la crítica, inseguridad, hipercontrol, cautela extrema). El adolescente que reconoce que se ha autoengañado también admite más problemas de autoestima. Los varones obtienen mayor puntuación que las mujeres en las variables "Reconocimiento y Aceptación de la mentira" y "Frialdad Emocional al mentir". Mientras que las mujeres puntuaron más alto en "Autorregulación Emocional al mentir" y en "Deseabilidad Social. Las variables que mejor predicen el "Autoengaño" de la prueba ATRAMIC-Adolescentes son: Reconocimiento y Aceptación de la mentira, Inseguridad, Hipercontrol, Cautela Extrema, y Actitud favorable a Ocultar la mentira.