En la actualidad, las organizaciones deben estar preparadas para los cambios tecnológicos que les presenta su entorno y anticiparlos para ajustar su estrategia tecnológica. Esto se logra a través de la prospectiva tecnológica. El presente trabajo tiene como objetivo analizar cómo la prospectiva tecnológica puede ser una capacidad central de una organización, específicamente de un centro de investigación. Para ello, se tomó como caso de estudio el área de electroquímica del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ). Se realizaron entrevistas semiestructuradas a los actores principales encargados de la prospectiva tecnológica. Allí se identificaron cuatro factores clave para que la prospectiva tecnológica sea una capacidad central en una organización: 1) conocimiento técnico y habilidad para interpretar tendencias, 2) codificación del conocimiento y habilidades en herramientas técnicas, 3) establecimiento fuentes de información y roles, y 4), socialización del ejercicio de prospectiva tecnológica en la organización. Además, se contribuye al tema al aportar un enfoque desde la administración estratégica y, específicamente, a las capacidades centrales de una organización, para que acceso a mercados potenciales, incrementen los beneficios percibidos por los clientes y desarrollen una ventaja competitiva difícil de imitar.

Los sistemas educativos tradicionales se han enfocado en solucionar las problemáticas sociales a través del desempeño económico del país, pero han frecuentemente han descuidado otros objetivos que propician la creación de grupos privilegiados. Esto, porque se ha brindado una educación comercial y técnica con poco impacto en la sostenibilidad, el bien social y la justicia social. La educación como bien común pretende resolver el problema al brindar una educación fundamentada en una visión humanista, enfocada en la dignidad humana y el bienestar de los integrantes del mundo. El constructo teórico educación como bien común, como cualquier otro, se encuentra en constante evolución. Incluso, se han identificado limitantes y vacíos teóricos cuando el concepto se atribuye a la educación. En ese sentido, resulta importante actualizar y reinterpretar su concepto desde la óptica de las tendencias y los desafíos globales. Por lo cual, el objetivo de este artículo fue caracterizar la educación como bien común haciendo énfasis en la dinámica presentada a partir de la crisis del coronavirus y la transformación digital. Una revisión sistemática de la literatura bibliométrica permitió sistematizar y clasificar longitudinalmente diferentes perspectivas teóricas. Se identificaron términos clave que caracterizaron el concepto de educación como bien público del 2000 al 2022. Asimismo, se identificaron vetas de investigación poco exploradas. Se contribuye así a la frontera del conocimiento de una forma descriptiva.