En el presente artículo son reportados ejemplares de diversos taxones de reptiles escamados fósiles procedentes de la base de la Formación Luján (Pleistoceno Superior), en la localidad fosilífera de Merlo, provincia de Buenos Aires, Argentina. Entre los ejemplares registrados se reconoce el primer registro fósil para el género y especie Anops kingii (Amphisbaenidae); asimismo se reporta la presencia de especies indeterminadas de los géneros Homonota (Gekkonidae) y Liolaemus (Liolaemidae). La asociación conjunta de estos tres taxones hoy en día no se encuentra representada en el norte de la provincia de Buenos Aires, siendo la región geográficamente más cercana en donde encuentran una superposición en su distribución el Partido de Balcarce, ubicado en el extremo Sureste de la provincia y alejado unos 600 kilómetros al sur de la localidad fosilífera de Merlo. La presencia conjunta de estos tres reptiles se encuentra de acuerdo con la posible existencia de un pulso árido y frío, tal como ha sido propuesto con anterioridad para porción más inferior del Pleistoceno Superior en la provincia de Buenos Aires.

AbstrAct

Pleistocene large carnivores from the Pampean Region have been studied almost always based on bone remains. Here we report the first coprolite of a large carnivore from the Late Pleistocene of the Pampean Region, Argentina. The coprolite was found associated with megafauna bone remains and it shows the typical shape and size of a carnivorous mammal, with a length of 240 mm and a maximum diameter of 39.59 mm. The coprolite contains two bones of the autopodium of an artiodactyl, and numerous dermal ossicles of giant terrestrial sloths. The coprolite's composition, size, and shape allow us to discard ursids, canids, and small felids. Ursid and canid feces contain abundant plant remains, which are absent in the coprolite described here. Feces of extant felids are smaller than the coprolite here as they do not exceed 130 mm in length and 30 mm in diameter. Based on size, shape, and bone inclusions, the discovered coprolite may be attributed to the Machairodontinae saber-toothed felid Smilodon. If correctly identified, this coprolite sheds light on predatory habits of Smilodon.