Es importante reconocer el síndrome de resistencia a la insulina, lo que a menudo se está denominando enfermedad de la civilización occidental. El predominio de estas enfermedades se encuentra incrementado con la asociación de la epidemia de obesidad en países desarrollados. Se hace una revisión sobre obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión arterial y síndrome de ovario poliquístico.
Las complicaciones cardiovasculares, que se caracterizan por la disfunción endotelial y aterosclerosis acelerada, son la principal causa de morbilidad y mortalidad asociadas con la diabetes, enfermedades cardiovasculares e inflamatorias. Cada vez hay más evidencia de que la generación de exceso de radicales libres altamente reactivos -debido en gran parte a la hiperglucemia-, conduce al estrés oxidativo, que exacerba aún más el desarrollo y progresión de la diabetes y sus complicaciones. La sobreproducción y/o eliminación insuficiente de estos radicales libres da como resultado la disfunción vascular, el daño a las proteínas celulares, los lípidos de membrana y los ácidos nucleicos. A pesar de la abrumadora evidencia sobre las consecuencias perjudiciales del estrés oxidativo y su papel en la diabetes experimental, los grandes ensayos clínicos con los antioxidantes clásicos no han demostrado beneficio alguno para los pacientes diabéticos. A medida que nuestra comprensión de los mecanismos de generación de radicales libres se desarrolla, va quedando claro que, en lugar de limitarse a eliminar los radicales reactivos de oxígeno, un enfoque más amplio se encamina a prevenir la generación de estas especies reactivas. Por lo tanto, se debe aplicar nuevas estrategias con antioxidantes, tanto clásicos como nuevos, en el tratamiento de la diabetes.
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.