En las últimas décadas es notable el auge que han experimentado las marcas del distribuidor, dejando como consecuencia un cambio sustancial en las preferencias de los consumidores y un cambio en las dinámicas del canal de distribución. Con ello la existencia de las marcas gestionadas por los distribuidores minoristas se pueden considerar como un fenómeno complejo que tiene múltiples y variadas implicaciones para cada uno de los actores involucrados: consumidores, fabricantes y distribuidores. Ante este panorama la presente investigación se centra en dilucidar tres cuestiones básicas: ¿Qué son las marcas del distribuidor?, ¿por qué los distribuidores gestionan sus propias marcas? y ¿cuáles son los factores que pueden incidir en el éxito o fracaso de las mismas?, con el fin de brindar desde una perspectiva general mayor claridad sobre el fenómeno en cuestión.
En las últimas décadas es notable el auge que han experimentado las marcas del distribuidor, dejando como consecuencia un cambio sustancial en las preferencias de los consumidores y un cambio en las dinámicas del canal de distribución. Con ello la existencia de las marcas gestionadas por los distribuidores minoristas se pueden considerar como un fenómeno complejo que tiene múltiples y variadas implicaciones para cada uno de los actores involucrados: consumidores, fabricantes y distribuidores. Ante este panorama la presente investigación se centra en dilucidar tres cuestiones básicas: ¿Qué son las marcas del distribuidor?, ¿por qué los distribuidores gestionan sus propias marcas? y ¿cuáles son los factores que pueden incidir en el éxito o fracaso de las mismas?, con el fin de brindar desde una perspectiva general mayor claridad sobre el fenómeno en cuestión.
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