Reseñas la permanencia de la empresa más allá de la muerte de sus fundadores. Kuran cree que esto no ocurrió debido a la estrecha comunión entre las esferas religiosa y civil. El Islam surgió como un proyecto aglutinador de comunidades tribales y, posteriormente, no tribales, en el que no había una separación clara entre las distintas jerarquías. Esto provocó una fuerte desconfianza hacia cualquier entidad que gozase de una personalidad jurídica propia con capacidad para autogobernarse. Por encima de todo primaba la visión de una umma (comunidad islámica) única e indiferenciada. Nada más elocuente que la que puede considerarse como la principal excepción a lo anterior, el waqf, la institución colectiva islámica por antonomasia, que atendía una variada gama de servicios públicos (mezquitas, madrasas, caravansares, fuentes,. . .). Hay varios elementos que le diferencian de sus homólogas occidentales (collegia, universitas,. . .); pero quizás el más destacado sea su inmovilidad. Desde su fundación los recursos y objetivos del waqf eran fijados a perpetuidad; de ahí que fueran incapaces de adaptarse a los cambios de la modernidad, y de independizarse como sujetos de derecho.Sin embargo, por sí sola esa desconfianza sigue sin explicar la no aparición de corporaciones. Ante los retos, y por imitación hacia las que surgieron en un Occidente no tan lejano, la burguesía local podría haberlas creado. Para Kuran, no sucedió así porque el mundo islámico entró en un círculo vicioso en el que el atraso económico paralizaba la innovación institucional, y esta causaba el atraso económico. También llama la atención sobre el hecho de que finalmente se rompió ese círculo; y que se hizo adaptando la Ley islámica. Pero para entonces, el último siglo del Imperio Otomano, ya era demasiado tarde.De ser válida esta interpretación cabría esperar un relativo éxito de las comunidades no musulmanas asentadas en los países islámicos. No sucedió así en los primeros tiempos debido a su rápida adaptación al derecho islámico. No obstante, en la fase media y final del Imperio Otomano, en parte por la influencia de Occidente, cristianos y judíos adoptaron formas societarias modernas, lo que explicaría una parte de su prosperidad. Kuran dedica un espacio considerable a estudiar esas comunidades, así como el impacto que tuvo la presencia de los europeos en su evolución y en la del conjunto del Imperio. Por ejemplo, las consecuencias que tuvieron la firma de tratados comerciales o la inexistencia de asociaciones de mercaderes para la defensa de intereses comunes en el comercio con Europa. Quizás esta sea la parte del libro más desarrollada, lo que es lógico dada la trayectoria académica del autor. Pero también es la más prescindible para lo que constituye el núcleo fundamental del libro.The long divergence es una extraordinaria reflexión sobre la historia comparada entre Occidente y el Islam. Un somero vistazo a la extensa bibliografía del autor revela que no se trata de un ejercicio retórico o literario, sino de una obra madura. Hacer de Occidente la...