BackgroundMaize-based food is typical in Mexico and other Mesoamerican countries. Used for millennia, they have recently been replaced by modern food that is associated with an increase in the prevalence of non-communicable chronic diseases. This study was carried out in order to evaluate the effects of traditional food on lipid profiles.MethodsMetabolic syndrome was induced in animals given a 30% sucrose solution. The animals were given maize tortillas (n=5) and maize pozol (n=5), traditional Mexican food items. A control group was given a 30% sucrose solution in the laboratory diet (n=5) and a witness group was given plain water and pellets. Triglycerides, cholesterol and glucose in tail blood were recorded each month between weeks 12 to 24. Blood was obtained from the cardiac cavity on week 28 and triglycerides, total cholesterol, LDL, HDL, C-reactive protein, alanine amino transferase, glucose and glycated hemoglobin were recorded.ResultsThe animals provided with supplementary traditional food presented a lower increase in triglycerides up to week 24 (p<0.001). Data recorded on week 28 showed lower values of LDL (p<0.05), a lower percentage of glycated hemoglobin when maize tortillas were provided (p<0.01) and lower values of alanine amino transferase when both food items were provided (p<0.01).ConclusionsProviding traditional Mexican food generated a protective effect against the intake of a 30% sucrose solution over a long period.

No abstract

The objective was to describe the conditions in which the classes were held once the confinement for non-essential activities was declared. A descriptive, cross-sectional methodology was used with a hermeneutic approach. A questionnaire was applied to a sample of 357 members of the Health Sciences student body of the Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Mexico, in May 2020. Semi-structured interviews were also conducted. In the results, it was identified that the student body had an Internet connection (87.1%), smartphones (82.5%), and a laptop (75.8%). The student body's activities were elaborating slides for presentations in class (78.8%) and reading in their textbooks (67.5%). The activities of the teaching staff were to comment at the end of the presentations (58.9%), and they requested the search for information for the elaboration of texts (61.8%). The student body mentioned that their stress levels increased (52.7%), and the tasks became more challenging to do (45.2%). The migration to virtual environments was not accompanied by changes in the structure of school activities, so it is most likely that when returning to face-to-face learning, the traditional class will be maintained.

El objetivo fue describir las condiciones en que se desarrollaron las clases una vez que se declaró el confinamiento para actividades no esenciales. Se utilizó una metodología descriptiva, transversal, con enfoque hermenéutico. Se aplicó un cuestionario a una muestra de 357 integrantes del estudiantado de Ciencias de la Salud de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México en mayo de 2020. También se realizaron entrevistas semiestructuradas. En los resultados se identificó que el estudiantado contaba con conexión a internet (87.1%), teléfonos inteligentes (82.5%), computadora portátil (75.8%). Las actividades del estudiantado fueron la elaboración de diapositivas para exposiciones en clase (78.8%), lecturas en sus libros de texto (67.5%). Las actividades del profesorado fueron comentar al final de las exposiciones (58.9%), solicitaron la búsqueda de información para la elaboración de textos (61.8%). El estudiantado mencionó que aumentaron sus niveles de estrés (52.7%) y las tareas se hicieron más difíciles de hacer (45.2%). La migración a ambientes virtuales no se acompañó de modificaciones en la estructura de las actividades escolares, por lo que lo más probable es que al regresar a lo presencial se mantenga la clase tradicional.

El objetivo fue describir las condiciones en que se desarrollaron las clases una vez que se declaró el confinamiento para actividades no esenciales. Se utilizó una metodología descriptiva, transversal, con enfoque hermenéutico. Se aplicó un cuestionario a una muestra de 357 integrantes del estudiantado de Ciencias de la Salud de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México en mayo de 2020. También se realizaron entrevistas semiestructuradas. En los resultados se identificó que el estudiantado contaba con conexión a internet (87.1%), teléfonos inteligentes (82.5%), computadora portátil (75.8%). Las actividades del estudiantado fueron la elaboración de diapositivas para exposiciones en clase (78.8%), lecturas en sus libros de texto (67.5%). Las actividades del profesorado fueron comentar al final de las exposiciones (58.9%), solicitaron la búsqueda de información para la elaboración de textos (61.8%). El estudiantado mencionó que aumentaron sus niveles de estrés (52.7%) y las tareas se hicieron más difíciles de hacer (45.2%). La migración a ambientes virtuales no se acompañó de modificaciones en la estructura de las actividades escolares, por lo que lo más probable es que al regresar a lo presencial se mantenga la clase tradicional.