PurposeThe purpose of this article is the discussion of a service-learning experience in architecture pedagogy, based on two core courses at a private university in Mexico. The aim is to identify learning opportunities, challenges and implications arising from engaging with inhabitants of an informal urban settlement with limited digital resources in La Campana-Altamira in Monterrey, Mexico.Design/methodology/approachThe methodology selected is a case study approach, chosen for its effectiveness in architectural pedagogy to create knowledge through exposure to a particular phenomenon, as well as highlight positive teaching practices to facilitate replicability. Case-study methodology was also beneficial in this case because its openness and flexibility allowed for research of a variety of phenomena simultaneously, in this case, both the effects in the informal settlement community and in the academic one.FindingsFindings revealed that opportunities outweigh challenges, and meaningful service and learning are possible in an online context, even when the service aspects take longer than the course length if there are long-term relationships between communities and institutions.Originality/valueThe value of the article lies in the need for flexible and sensitive approaches that put communities in the center, a critical path to identifying and understanding their needs and improving their contexts. This holds especially true given the rapid pace of worldwide urbanization and the ubiquity of informal urban settlements. Implementing service-learning approaches in informal settings using online tools, while sanitary restrictions are in place shows that meaningful experiences can be achieved, even when courses are short and resources are limited.
Las dinámicas socioeconómicas y de mercado han llevado a muchas ciudades a extenderse, y a las personas a adquirir una vivienda en la periferia, donde los costos son más asequibles, pero con el inconveniente de que las condiciones del entorno urbano son en su mayoría deficientes incluida la dotación de sus áreas verdes. Para el presente trabajo se seleccionaron los tres asentamientos que concentran la mayor densidad de población infantil (0-14 años) de la Zona Metropolitana de Monterrey. Se obtuvo la superficie de área verde de cada zona habitacional y, se determinaron los metros cuadrados de Espacio Público Efectivo, así como la proximidad a la vivienda en un radio de 400 metros. Entre las conclusiones se estableció que estos asentamientos se ubican en la periferia del área urbana y que la cantidad de metros cuadrados de área verde por habitante es menor con respecto al promedio metropolitano.
La ecoansiedad es un impacto psicológico a la salud derivado del cambio climático. Sus efectos se dan de formas diferenciadas en poblaciones vulnerables. Es importante conocer estrategias de mitigación para avanzar hacia un mundo con mayor justicia climática. Entre ellas están los parques y áreas verdes en las ciudades, pues, por una parte, mitigan el cambio climático al reducir las temperaturas, captar agua de lluvia y fomentar la biodiversidad; por otra, propician la relajación, reducen la ansiedad, favorecen la salud mental, educan sobre la naturaleza local y contribuyen a la construcción de redes locales. El parque en sí mismo ofrece oportunidades valiosas: a la población, para restablecer su salud física y mental, y al medio ambiente, de saneamiento y regulación. A pesar de los múltiples beneficios de la acción climática en los parques, existe cierta renuencia debido a que los esfuerzos de escala reducida pocas veces son percibidos como una contribución a gran escala, a pesar de que sí pueden sumar de forma colectiva entre toda la sociedad.
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