En este trabajo se hace una revisión socio-histórica del sexismo y el machismo. La idea central es que las formas de organización social que permitieron la supervivencia del ser humano se convirtieron en obligaciones para cada sexo a las que se atribuyeron valoraciones y significados. De modo que, a través del tiempo, los cambios en la organización social se han visto obstruidos por la ideología que justifica el lugar de hombres y mujeres en el mundo y la sociedad. Así, sexismo y machismo se convirtieron en discursos que justifican el dominio del hombre sobre la mujer. Y estos discursos y esta dominación, a su vez, se introyectan en la estructura psíquica, por lo que el cambio en las personas y la sociedad resulta difícil. El machismo construye un ideal de hombre y de mujer al que se aspira parecerse para poder sentirse valorado, es decir, juega un papel importante en el narcisismo de los individuos.