Manejo de heridas de la aorta torácica. A propósito de un caso.
IntroducciónLos traumatismos torácicos graves (TT), ya sean abiertos o cerrados, pueden ocurrir secundarios a lesiones por arma de fuego, arma blanca, accidentes de tránsito, caídas de altura o compresiones torácicas por aplastamientos, entre otros y se han transformado en una causa importante de morbilidad y mortalidad 1 siendo directamente responsables 20-25% del total de las muertes debidas a traumatismos 2 . La mayoría de los afectados son personas jóvenes previamente sanas. En Estados Unidos, el 60% de las causas están en relación a accidentes automovilísticos a alta velocidad y el 40% restante está en relación a asaltos o peleas, con heridas penetrantes ya sea por arma blanca o armas de fuego 3 . Las estadísticas chilenas muestran una tendencia similar, en donde el traumatismo de tórax constituye la tercera causa de muerte por traumatismo en jóvenes, afectando principalmente a personas menores de 40 años. La mayoría son de tipo cerrado, con una mortalidad general que ronda el 15 a 21% 4 . Analizando más específicamente la afección de las estructuras cardiovasculares (corazón y grandes vasos) la causa más frecuente de traumatismo son las heridas por arma blanca, aunque cada vez se ven con más frecuencia las heridas por arma de fuego, lo que indudablemente ensombrece aún más el pronóstico de estas lesiones 5 . De hecho, se calcula que el 80% de los pacientes con compromiso de estructuras cardiovasculares torácicas, fallece en la escena del accidente o de la agresión, o poco tiempo después 6,7,8 , y de los pocos pacientes que ingresan vivos a un servicio de urgencias, el 30% fallece en las primeras 6 hrs. debido a la magnitud de las lesiones (disrupción de grandes vasos, lesiones cardíacas o traqueo bronquiales) o a las complicaciones derivadas de éstas u otras lesiones asociadas. Esta gravedad y mal pronóstico pone el sello a este tipo de lesiones, y por esto el manejo de estos pacientes debe ser extremadamente agresivo, siendo necesario para intentar un resultado positivo, realizar una enérgica resucitación hemodinámica y respiratoria, tener un alto grado de sospecha, para detectar tempranamente