Una de las peores facetas de la pandemia por el coronavirus en el ámbito de los estudios de comunicación fue la infodemia, esto es, la distribución viral de noticias falsas. En este marco, organizaciones que trabajan con calidad informativa, decidieron inaugurar una red de fact-checkers o chequeadores de información en América Latina denominado LatamChequea. A partir de los datos proporcionados por la plataforma, que abarca el periodo comprendido entre el 27 de febrero y el 25 de septiembre de 2020, se analizan los contenidos virales y desmentidos por esta red de verificadores con el fin de problematizar las lógicas latentes de las desinformaciones. Los resultados indican que hay temáticas que se viralizan de manera transnacional y el trabajo colaborativo de los fact-checkers permite agilizar las acciones de advertencia a los medios y a la ciudadanía frente a la desinformación. En el plano de la discusión, se considera necesario un enorme esfuerzo en la concienciación sobre contenidos que se comparten en redes sociales, así como una discusión sincera sobre la regulación o no de estos contenidos. Se concluye que en el contexto de crisis sanitaria, los contenidos de tipo político encuentran altos niveles de expresión entre los contenidos desmentidos. Los actores políticos de relevancia muchas veces son partícipes de la difusión de contenidos falsos, y los medios demuestran también ser parte de la misma debilidad de verificación que se observa en las redes sociales.
La socialización política en/con entornos digitales puede entenderse como aquellos aprendizajes de lo político que logramos reconstruir a partir de diversas dimensiones (subjetivación política, socialización, apropiación de tecnologías) que hacen parte de nuestro vínculo con las redes sociales digitales. Aquí expondremos una tipología de aprendizajes de lo político por parte de jóvenes en el marco de dos organizaciones de la sociedad civil en la ciudad de Corrientes (Argentina): Oajnu y Techo.
La viralización de contenidos deliberadamente falsos impacta negativamente en los pilares de la democracia y significa un problema cada vez más grave para las sociedades actuales. Estos desórdenes de información acrecentaron su presencia durante la crisis sanitaria por la COVID-19, lo cual justifica su observación cada vez más crítica. Este estudio analiza cuarenta y ocho plataformas de verificación que publican sus contenidos en castellano con el fin de conocer los procedimientos y herramientas que ponen en práctica para lidiar con el escenario de desinformación y las noticias falsas. Se realiza un análisis de contenido web y se triangulan los datos con encuestas realizadas a responsables de las iniciativas de fact-checking de América Latina y España. Los resultados indican que la lucha contra la desinformación se da con preeminencia en el territorio digital y con frecuencia, es desigual. Sin embargo, entre las respuestas de los encuestados queda claro que las herramientas tecnológicas también son aliadas fundamentales para combatir la infodemia.
<p class="western">En este trabajo de reflexión se abordan las características que la construcción de la subjetividad adquiere en la posmodernidad, considerando a los espacios digitales como lugares de encuentro y de contacto con otros. ¿Cómo se están construyendo los vínculos en estos espacios de socialización? ¿Cómo se produce el despliegue de nuestras subjetividades en las pantallas que habitamos? Para ello se pondrá en perspectiva histórica los modos en que fue mutando la forma de entender la subjetividad, desde la idea de “esencia” más vinculada a la interioridad a aquella que prioriza los vínculos sociales y analiza su carácter epidérmico. El objetivo es, desde una sistematización bibliográfica, caracterizar los modos de ser y estar juntos en el espacio digital.</p>
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