En este trabajo, en primer lugar, se analiza la estructura (accionariado), funcionalidad (cómo funcionan y emiten sus opiniones) y el comportamiento (cómo actúan en los mercados) de las tres agencias más importantes de calificación de activos financieros, de emisores y emisiones de activos financieros. En segundo término, se señalan sus poco, si algo, científicas evaluaciones basadas en conceptos y actuaciones tan poco adecuadas como: profecía autocumplida, carencia de fecha de caducidad, catastrofismo, que, a veces, imponen con comportamientos gansteriles. Asimismo, se destaca la importancia y trascendencia que suponen las opiniones que emiten dichas agencias, auténticos ucases, que las convierten, de facto, en auténticos señores de horca y caudillo que acondicionan la vida y hacienda de inversores y emisores. En realidad, su comportamiento es tan deplorable y funesto, que como las hijas de Elena, de ahí el título del trabajo, ninguna es buena. Finalmente, se presenta, en forma de decálogo, los hechos, irrefutables, que justifican el calificativo de malvadas de dichas agencias: S&P, Moody’s y Fitch, hasta el punto de que son el antimefistofelismo personificado. Mefistófeles se definía a sí mismo como un pobre diablo que pretendiendo hacer el mal, acababa haciendo el bien, justo al revés que las hijas de Elena.

El objetivo del quinto informe INNOVACEF vuelve a ser el de poner a disposición de todos los agentes del sistema nacional de I+D+i y de la sociedad en general, una información que puede resultar básica para competir a nivel global a través del instrumento más poderoso: el conocimiento científico. Para ello, en el informe de este año se da voz a los jóvenes investigadores que trabajan en España, a los científicos españoles que efectúan su actividad en el exterior y a los representantes de las oficinas universitarias de transferencia de los resultados de la investigación, a fin de que puedan aportar tanto su conocimiento de la situación actual de sus respectivos sistemas de I+D+i como las soluciones que podrían convertir al sistema nacional en un espacio atractivo, no sólo para los investigadores españoles, sino también para todos aquellos que pretendan continuar con su carrera investigadora en España. Es tiempo de seguir progresando en materia de I+D+i y este nuevo informe INNOVACEF trata por ello de integrar a dos agentes vitales para alcanzar dicho progreso: los científicos y las oficinas universitarias de transferencia de los resultados de la investigación.

El objetivo del sexto informe INNOVACEF es volver a conocer el nivel de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España en comparación con el de los científicos españoles en el exterior, para detectar si de manera cualitativa se mantiene la tradicional fuga de cerebros científicos al exterior, en el caso de que la diferencia entre estos dos grados de confianza sea bastante amplia. A este objetivo se une la finalidad de averiguar cuáles pueden ser las mejores prácticas e indicadores de rendimiento en relación con el programa de ayudas económicas directas a la contratación de investigadores en las empresas. Se trata de que este programa denominado «Torres Quevedo» sea cada vez más conocido y atractivo tanto para las compañías privadas como para los científicos, en una coyuntura económica que hace imprescindible la creación de puestos de trabajo de elevada cualificación que aporten valor competitivo y que incrementen el grado de confianza en el sistema nacional de I+D+i, a través de la generación de múltiples carreras científicas empresariales, que ayuden a convertirlo en un espacio atractivo para todos aquellos investigadores nacionales y de otros países que pudieran emprender su carrera investigadora en España.

El objetivo del cuarto informe INNOVACEF vuelve a ser como en ediciones anteriores el de proporcionar a España las mejores herramientas para luchar en esta auténtica batalla que se está librando a nivel mundial por atraer y retener el conocimiento. En la sociedad y en la economía actual, el instrumento más importante que tienen los países y las empresas para competir es precisamente el conocimiento, siendo dentro de él su máxima expresión, el conocimiento científico. Por tanto resulta básico, como se pretende con este estudio, averiguar cuál es el grado de confianza de sus portadores más susceptibles de marcharse al exterior, como son los jóvenes investigadores que trabajan en el extranjero y comparar este nivel con el de los científicos españoles en el extranjero, para saber si la tradicional fuga de cerebros al exterior tendrá su continuidad. La situación económica tan delicada que está atravesando España precisa de todo este conocimiento y de cualquier otro que pudiera proceder del exterior, y lo necesita para revitalizar al sector empresarial y proporcionarles soluciones. En una apuesta decidida por la incorporación de los científicos a las empresas podría encontrarse alguna de estas soluciones, y por esta razón, en este trabajo se han recopilado las aportaciones de diversos representantes del sector empresarial en este sentido. Aunque la ventaja que otros países llevan a España en la atracción y la retención del conocimiento es grande, todavía se pueden efectuar actuaciones que permitan recuperar el terreno perdido. Este nuevo informe INNOVACEF se encarga de ponerlo de manifiesto.