Este trabajo explora cómo las ceremonias de ayahuasca han sido apropiadas por un Centro Comunitario y Terapéutico de la Ciudad de Buenos Aires que resalta los efectos curativos/sanadores y psicoterapéuticos de dicho brebaje. Para dar cuenta de estos efectos utilizaremos el concepto de “psicologización de la religión” de Pablo Semán (2000) pero cambiaremos “religión” por “espiritualidad”. Ya que, si bien no se trata de un grupo que se autodefine como religioso, aparece una preocupación por la “espiritualidad”. Por otro lado, estos efectos sanadores no aparecen como meras “creencias” o “representaciones” sino que surgen de la experiencia, de una situación de encuentro entre humanos y la planta de ayahuasca. A partir de las “teorías nativas” y de mi propia inmersión en el trabajo de campo intentaré mostrar cómo la relación humano – no-humano construye una manera de pensarse a “sí mismo” a partir de la categoría nativa del sentir.
Este trabajo se propone rastrear las nociones de “bienestar” presentes en un Centro Comunitario y Terapéutico de la Ciudad de Buenos Aires destinado, entre otras actividades, a ofrecer ceremonias de ayahuasca y de tabaco. Para ello me centraré en el análisis de la categoría nativa de sentir. A su vez, siguiendo los postulados de Birgit Meyer, intentaré mostrar que estos significados de la noción de “bienestar” encierran un tipo particular de estética (aisthesis). Es decir, de un tipo particular de experiencia sensorial total del mundo y del conocimiento del mismo. De esta manera, intentaré mostrar que la “estética del bienestar” presente en la categoría nativa del sentir debe entenderse como el resultado de una relación entre humanos y no-humanos (las plantas de tabaco y de ayahuasca).
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