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The aim of this meta-analysis was to verify the clinical viability of single implant-retained mandibular overdentures (SIMO). An electronic search of the PubMed and Cochrane databases was performed (end date July 2017); this was supplemented by a manual search of the literature. Only prospective clinical trials and randomized controlled trials (RCTs) that evaluated SIMO with a minimum follow-up of 12 months were included. The meta-analysis was based on the Mantel-Haenszel method. Dental implant and prosthetic failure were the dichotomous outcome measures; these were evaluated through the risk ratio (RR) and odds ratio (OR), with corresponding 95% confidence intervals (CI). Of 499 articles identified, nine fulfilled the inclusion criteria. A total of 205 implants were placed in patients with a mean age of 64.1 years; the cumulative survival rate was 96.6% over a mean follow-up period of 37.3 months. The procedure used (SIMO vs. two implant-retained mandibular overdenture) did not affect dental implant failure (P=0.45) or prosthetic failure (P=0.65): RR 1.06 (95% CI 0.91-1.23) and RR 0.88 (95% CI 0.51-1.51), respectively; OR 2.56 (95% CI 0.27-24.39; P=0.41) and OR 0.44 (95% CI 0.15-1.26; P=0.13), respectively. Within the limitations of this systematic review and meta-analysis, SIMO with a complete denture as the opposing arch may be considered an alternative treatment for completely edentulous patients. However, this study also confirmed the need for more RCTs on this topic.

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Evaluación del efecto de prensado en prótesis totales maxilares sobre la movilidad de los dientes artificiales, en función del tipo de inclusión AVANCES EN ODONTOESTOMATOLOGÍA/323 RESUMEN El presente trabajo evaluó el movimiento de los dientes artificiales en prótesis totales maxilares, sometidas a diversas presiones durante el prensado y el efecto de este en relación al material usado en la inclusión. Treinta y seis réplicas de prótesis totales previamente confeccionadas, fueran divididas en seis grupos: Los grupos G1, G2 y G3 fueron incluidos con yeso tipo III, a una presión de 800, 1.000 y 1.250 kgf respectivamente y los grupos S1, S2 y S3 fueron incluidos con una barrera de silicona y yeso, a una presión de 800, 1.000 y 1.250 kgf, respectivamente. Las prótesis fueron medidas en puntos demarcados previamente en los segundos molares, premolares e incisivo central con el programa de computación gráfica (AutoCad 2000), después de cada etapa: encerado, polimerización y emuflado. La comparación entre estas dos fases permitió observar que: en los grupos (G1 y S1) donde se utilizó la menor presión (800 kgf) ocurrieron las mayores alteraciones en el posicionamiento de los dientes artificiales y que el grupo que mostró menores alteraciones fue cuando se utilizó 1.250 kgf de presión y la inclusión fue con yeso.