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Financial education programs enjoy widespread governmental and financial industry support. They are considered an important tool for improving financial literacy, encouraging financial inclusion, and increasing consumer financial protection. Therefore, assessing their effectiveness is important to guarantee that public and private resources are allocated wisely. As we highlight in this paper, the available empirical literature casts serious doubts on the effectiveness of those programs in achieving their main objectives. Even properly designed-from an impact evaluation viewpoint-financial education programs fail to deliver long-run effects on individuals' financial literacy or financial choices. We highlight the challenges to evaluate the impact of financial education programs and, consequently, their merits. We showcase the international experience in assessing the effectiveness of these programs and draw lessons for Colombia. We offer a set of recommendations regarding the minimum set of attributes that financial education programs should have to allow serious policy evaluation.

<p>Los programas de educación financiera en el mundo gozan de soportes gubernamentales y de la industria privada. Estos son considerados como una herramienta importante para mejorar la alfabetización financiera, motivar la inclusión financiera y aumentar la protección financiera del consumidor. Por lo tanto, evaluar su efectividad es importante para garantizar que los recursos públicos y  privados están siendo asignados adecuadamente. Como mostramos en el paper, la literatura empírica disponible no es muy concluyente acerca de la efectividad de estos programas para lograr los principales objetivos. Inclusive, los programas de educación financiera que están bien diseñados – desde el punto de vista de evaluación de impacto- fallan en mostrar en el largo plazo los efectos de la alfabetización financiera de los individuos o sus decisiones financieras. Nosotros resaltamos los retos para evaluar el impacto de los programas de educación financiera y consecuentemente sus méritos. Nosotros presentamos la experiencia internacional para evaluar la efectividad de estos programas y sacamos conclusiones para Colombia. Así mismo, ofrecemos un conjunto de recomendaciones con respecto a los mínimos requisitos que un programa de educación financiera debería cumplir para permitir una seria evaluación de impacto. </p>