Introducción
El ambiente sanitario actual y, especialmente, las UCI, sen un medio complejo, altamente tecnificado y multidisciplinar, con interacciones entre los profesionales sanitarios y los usuarios, en los que puede haber errores a distinto nivel. Nuestro objetivo fue valorar la percepción de seguridad del paciente en nuestra unidad al terminar la tercera ola de la pandemia de COVID-19, con la intención de llevar a cabo acciones de mejora posteriores.
Métodos
Estudio observacional, transversal y descriptivo. La percepción sobre la cultura de seguridad se estimó mediante el cuestionario HSOPS traducido al castellano. Algunas preguntas se plantearon en sentido positivo y otras en sentido negativo. También se calificó la respuesta como positiva, negativa o neutra. Se compararon visualmente, no de forma matemática, nuestros hallazgos con los encontrados en el estudio nacional previo «Análisis de la cultura sobre seguridad del paciente en el ámbito hospitalario del Sistema Nacional de Salud español» publicado en 2009. Se realizó un análisis de subgrupos en función del grupo profesional y de la antigüedad como sanitario. Se emplearon las pruebas t de Student, χ
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y ANOVA.
Resultados
Respondieron al cuestionario 62 profesionales, el 73,90% del total. La mediana del tiempo de trabajo en UCI fue 2 años (rango intercuartil 2-4,5 años). La calificación del grado de seguridad fue 8,06 (DE 1,16). La mayoría (91,20%) no había notificado ningún evento adverso en el último año. Un 30,90% había recibido formación en seguridad de paciente recientemente. Las dimensiones consideradas como debilidad fueron la 9 («Dotación del personal», con 27,57% de respuestas positivas) y la 10 («Apoyo de la gerencia del hospital en la seguridad», con 17,64% de respuestas positivas). Las dimensiones consideradas como fortalezas fueron 3 («Expectativa de acciones por parte de dirección o supervisión del servicio») con un 85,29% de respuestas positivas y 5 («Trabajo en equipo») con el 95,58% de respuestas positivas. Los valores del índice α de Cronbach indican una consistencia interna adecuada del cuestionario. En general, nuestros datos son más positivos que los recogidos en la encuesta nacional de 2011, aunque las 2 dimensiones consideradas debilidades ya lo eran en el trabajo previo.
Conclusiones
La percepción de seguridad del paciente en la UCI de nuestro hospital tras finalizar la tercera oleada de la pandemia de COVID-19 era adecuada, con estimaciones más positivas que las del estudio nacional sobre cultura de seguridad hospitalaria realizado en 2009. La búsqueda constante de la seguridad del paciente debería priorizar su actividad en las 2 dimensiones consideradas debilidades: la Dotación de personal y el Apoyo de la gerencia del hospital en todo lo relacionado con la seguridad del paciente.