Extraction of wax from the earA través de cuatro artículos sucesivos pretendemos mostrar los procedimientos que consideramos de mayor utilidad para el diagnóstico y el seguimiento de la otitis media serosa (OMS) por parte de Pediatría de Atención Primaria. En este primero, expondremos la que, a nuestro juicio, es la manera más eficaz de limpiar la cera del oído de un niño. Las conclusiones aportadas conjugan las recomendaciones ofrecidas por las principales guías sobre extracción de cera del oído y las de la revisión bibliográfica efectuada, con la experiencia de un equipo de pediatras y de otorrinolaringólogos de la misma área de salud. Alrededor de un 50% de niños requieren limpiar de cera sus oídos a fin de realizar una correcta otoscopia. Para ello podemos utilizar la instilación de cerumenolíticos, la irrigación, la extracción manual o cualquier combinación. No existe evidencia en la bibliografía de que un procedimiento sea mejor que otro. Conclusiones: tras aplicar las diferentes técnicas de limpieza, consideramos que, si la cera es externa y el conducto auditivo permeable, la mejor manera de eliminarla es mediante el uso de curetas o portaalgodones, pero si la cera es más profunda o está impactada, el método elegido será el lavado con irrigación de agua templada, para lo que un cerumenolítico aplicado previamente es de gran ayuda. Aconsejamos realizar dicha irrigación con una jeringa de 20 cc y un catéter intravenoso Abocat ® del 14-16, a fin de evitar riesgos.Through four successive articles we aim to show the procedures we consider to be most useful for the diagnosis and follow-up of otitis media with effusion (OME) by Primary care Pediatrics. In the first one, we expose what we believe is the best way to clean wax from the ear of a child. The conclusions provided combine the recommendations offered by the main guides on extraction of wax from the ear and the literature review carried out, with the experience of a team of pediatricians and otolaryngologists from the same Healthcare Area. Around 50% of children require clean wax from their ears in order to perform a correct otoscopy. To do this we can use the instillation of cerumenolytics, irrigation, manual removal, or any combination. There is no evidence in the literature that a procedure is better than another one. Conclusions: after applying different cleaning techniques, we believe that if the wax is external and the ear canal permeable, the best way to remove it is by the use of blunt ear curettes or applicator with triangular tip, but if the wax is deeper or is impacted, the better choice will be washing with warm water irrigation, in this case, the previous application of a cerumenolytic will be of great help. We advise to perform such irrigation with a syringe of 20 cc and an intravenous catheter Abocat ® 14-16, in order to avoid risks.