Controlling airborne transmission of contaminants including respired viruses such as SARS-CoV-2 is necessary to protect occupants living in the same house with a contagious person. The effectiveness of interventions requiring minor efforts that create a negative pressure isolation zone (IZ) for a contagious person has yet to be systematically tested for residential homes. In this study, ASHRAE Standard 170, which offers guidance for negative pressure isolation space control in healthcare facilities, was used in developing practical and attainable recommendations for residential single-family homes. The relative effectiveness of several control strategies was evaluated through experimentally conducting 17 different test cases in a manufactured single-family house laboratory. These cases were designed based on various heating, ventilation and air-conditioning (HVAC) operating scenarios, intervention measures including closing the IZ door and/or sealing over supply and return air grilles in the IZ, and utilization of bathroom exhaust or portable window fans for pressure control. Four out of 17 test cases were identified as having the potential for strong containment with adequate depressurization in the IZ. The most effective IZ depressurization was achieved through continuously operating the exhaust fan in the bathroom attached to the IZ, by installing a portable window fan that extracted air out of the IZ, and a portable room air conditioner with the AC unit exhaust duct installed in one of the IZ windows.
Existe un consenso cada vez mayor sobre las ventajas y los beneficios de implementar programas de educación ambiental en las comunidades escolares, pero hay pocos estudiosacerca de las condiciones que hacen posible que sean incorporados como prácticas cotidianas. El propósito de este artículo de investigación fue identificar barreras y facilitadorescontextuales de la implementación de un programa de innovación pedagógica y educación para la sustentabilidad de la municipalidad llevado a cabo en una ciudad delsur de Chile. Participaron 36 docentes coordinadores de escuelas donde se implementa el programa. A través de una jornada de evaluación se aplicó una encuesta de preguntas abiertas orientada a indagar los factores contextuales que afectan la implementación. Después, mediante grupos focales, se profundizó en estos factores con los mismos participantes. Se encontró que los factores críticos son: 1) el apoyo y motivación de la comunidad, 2) la integración curricular del programa, 3) los soportes de implementación, y 4) la experticia del docente ejecutor. Se analiza la transculturalidad de los factores identificados y se discuten las implicancias prácticas y teóricas de los hallazgos.
El objetivo de esta investigación fue evaluar la participación promovida por profesionales de la Educación Ambiental, usando para ello taxonomías desprendidas de estudios con adultos, niños, niñas y adolescentes. Mediante una encuesta online se involucró a 98 personas que trabajan en este campo en Chile y se realizaron análisis de contenido temático y análisis estadísticos descriptivos. Se asociaron sus respuestas a cuatro posiciones discursivas adultocéntricas y tres infantocéntricas, y se crearon perfiles de cada grupo con base en las otras variables de estudio. Se identificó que las personas con posiciones infantocéntricas tienden a ser más críticas de su práctica, llevan más años de experiencia en el campo y se desempeñan generalmente como activistas o comunicadores ambientales. A partir de lo evidenciado, el presente estudio da luces para la construcción de instrumentos de medición de la participación que sean más sofisticados, y concluye con aspectos que deben ser profundizados o subsanados en próximas evaluaciones.
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