Se presenta un estudio de caso único sobre una experiencia de Trabajo Social comunitario focalizado en la mejora del espacio público desarrollado por “Dones i Barri en xarxa”, un grupo de mujeres organizadas en un barrio periférico multicultural cuyo tejido social es débil, y con un uso intensivo y conflictivo del espacio público. Esta práctica acompañada por una trabajadora social tiene el encargo de apoyar un proceso de fortalecimiento colectivo para activar la participación vecinal. Para ello, se aplican técnicas vinculadas a las metodologías de Investigación-Acción-Participativa como, por ejemplo, el mapeo colectivo y la encuesta participativa; las metodologías artísticas colaborativas, con técnicas de arte público efímero y “arpilleras”. Y las metodologías de educación popular como los círculos de aprendizaje colectivo y las líneas histórico-temporales. En este texto se describen estas técnicas que en diferentes grados, modos e intensidades permiten un desarrollo integrado, dinámico y fluido entre la dimensión educativa, social y política para un Trabajo Social comunitario emancipador. Los resultados indican que los principales aportes de estas técnicas son: 1. Un enfoque educativo que proporciona autoconfianza y una mayor centralidad en ellas mismas. 2. Una mayor organización social del grupo, que favorece el co-liderazgo y la apropiación de la acción-reflexión, que les permite transitar de la indignación a la construcción de un proyecto de acción colectivo 3. Aumenta la visibilidad pública de las mujeres favoreciendo un posicionamiento político más situado que impacta tanto en sus redes cercanas, como en el rol comunitario del compromiso vecinal con el barrio.
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