Reflexiones en torno a la Biopolítica y NecropolíticaNormalmente la noción de biopolítica se asocia con Michel Foucault, pero el concepto había sido discutido desde finales del siglo xix e inicios del siglo xx. El concepto de la vida emerge con el lebensphilosophie conceptualizado por Schopenhauer, Nietszche y Bergson, que atraviesa diversas dimensiones humanas. La biopolítica es una categoría biologicista y evolucionista que fue utilizada para explicar fenómenos políticos, aunque de forma muy conservadora debido a que se daba por supuesto preservar las fronteras de un territorio y dentro de este espacio perpetuar un fenotipo de raza y etnia. El sueco Rudoph Kjellén fue el primero en emplear el término de biopolítica (Lemke, 2011; Esposito, 2008). Kjellén lo concibió inicialmente como interrelación del esquema orgánico y la teoría constitucional del liberalismo. La innovación de Kjellén consistió en articular la noción de libertad individual con la forma de vida orgánica y biológica. La idea de Estado político ya no se definía como un contrato social voluntario. La teoría consensual de Hobbes había partido de la idea de que la naturaleza y la sociedad eran entidades diferentes y opuestas. El Estado era una nueva configuración social en la que la humanidad pasaba del estado de naturaleza -un momento violento y beligerante-a un estado social en el que los individuos racionales neutralizaban el conflicto y hacían acuerdos para fundar el Estado-nación.Kjellén cuestionó esta concepción, argumentando que la política era la continuación de la naturaleza, en la que las características de la reproducción se manifestaban en el organismo social no como un impulso violento en la sociedad, sino como un mecanismo de supervivencia. Los pensadores posteriores que utilizaron el concepto de biopolítica fueron alemanes más radicales en su enfoque biológico. El barón Jakob von Uexküll, en Staatsbiologie, argumentó que ya no era necesario utilizar los términos de la constitución jurídica para entender el Estado-nación; propuso un concepto
Se ha generado una vinculación entre la biopolítica y el neoliberalismo. En este artículo se argumenta que la biopolítica de Foucault no fue pensada desde el neoliberalismo de la escuela de Chicago, sino desde la escuela ordoliberal. Se tiene que definir de una forma distinta el neoliberalismo, ni siquiera desde el marco de la necropolítica que parte del estado de excepción. Por el contrario, se propone la categoría de mortispolítica que expresa una mayor estatalidad y menos gubernamentalidad. La estatalidad no opera a través del estado de excepción, sino con el estado de la ley. Pero no es una ley igual para todos o indistinta, más bien es distintiva para quienes tienen privilegio material, racial y social. La mortispolítica se expresa como una necrosociedad que ha distorsionado los equilibrios de las pulsiones de la vida y la muerte que se puede observar en la figura del acróbata nietzscheano, prin- cipalmente porque la forma de vida al placer y al goce extremo desvaloriza la muerte, y al desvalorizarla expande la muerte entre la población humana y el planeta. En eUa se observa una lógica de la mortispolítica legal-privilegio y en los países de América Latina se da una estatalidad mortispolítica.
This article provides a theoretical framework to help us understand the controversies between the federalist and anti-federalists in the early history of the United States of America during the Federal Convention in 1787 as a conflict of two political philosophical traditions. The sources of these opposed traditions may be traced back to the disputes in ancient Greek philosophy, in thinkers such as Plato and Aristotle who defined politics in different ways. Plato grounds his definition of politics in epistêmê, which means that society should be ruled by the wisest. The federalist argued the best form of government is one where the people could avoid decision-making and leave the wisest representatives to handle politics. In opposition to this, Aristotle believes that politics should be inspired by the notion of phrônesis, which means that decisions should be considered collectively. Similarly, the anti-federalist believed that the government tends to be corrupted, and citizens should be suspicious of the government. They believed the ideal way to govern society is to have everyone involved in decision-making.
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